La consolidación educativa en México se venía procurando al iniciar su vida independiente. Persistía la idea en la cual la trasformación de la sociedad se alcanzaría a través del progreso educativo, por llamarlo de alguna marera.
Este fuerte impulso se iba gestionando desde la joven vida independiente de México, que trazaba la posibilidad de un nuevo porvenir a través de la ilustración pública, la cual tenía como objetivo lograr la consolidación del triunfo político que se había alcanzado y que sólo en la educación estaba el progreso.
No por nada, individuos como José María Luis Mora discurrían en la preocupación que un elemento de progreso era la educación. Sin embargo, si ésta estaba sujeta en el pensamiento dogmatico de la iglesia, no habría un bienestar de progreso.
“Sujeta a regulación clerical la educación nunca podrá fomentar un espíritu de investigación y de duda, sino únicamente el hábito dogmatico y disputa”.[1]
Los liberales tenían la convicción de que, para alcanzar los planes nacionales de un desarrollo, era necesario e indispensable integrar al sistema educativo a todos los ciudadanos. La Dr. Carmen Blázquez Domínguez explica cómo fue llevada la educación y las causas por las que el gobierno no consiguió estimular la educación bajo un proyecto liberal: “a pesar de las disputas políticas y de la crisis económica, las autoridades y los grupos oligárquicos consideraron de vital importancia el impulsar la educación. Las niñas iniciaban su educación primaria en pequeñas escuelas particulares denominadas <<amigas>>, atendidas por mujeres que impartían doctrinas, escritura, lectura y algunas labores domesticas. Los niños ingresaban a las escuelas primarias regidas por los clérigos o las escuelas sostenidas por los ayuntamientos. Las asignaturas del plan de estudio en estos planteles eran la lectura, gramática, aritmética, dibujo, urbanidad y doctrinas cristianas. La escuela rural, como institución, sólo existió en las comunidades indígenas que disponían de recursos para sostenerla”. [2] De acuerdo con la autora, tanto la sociedad como el gobierno sostuvieron la necesidad de impulsar la educación. Sin embargo, por un lado nos podemos percatar que la instrucción pública no poseía una homogeneidad, y por el otro el hecho de no ostentar un método de estudio, estimuló que el número de establecimientos educativos fuera mínimo ya que la posibilidad de educar por parte de Estado se vio cortado por la falta de ingreso. El establecimiento de algunas escuelas se debieron por el altruismo de algunos ciudadanos. En este sentido la garantía de la instrucción eran auspiciadas por particulares con una participación menor del propio Estado, y algunas mas por la iniciativa de los ayuntamientos, mientras lograran sustentarlas. Así es como para mi juicio tanto la sociedad como el gobierno en Veracruz encontraron soluciones para propagar la educación aunque los fondos económicos no fueran suficientes.
En Veracruz la situación educativa sufrió un cambio progresista que se fue afianzando a partir de la consolidación del Porfiriato. La enseñanza en las escuelas públicas porfiristas mantuvo una ideología liberal. El pensamiento de Mier y Terán en torno a la directriz que debía tomar la instrucción pública era que el pueblo debería seguir una marcha progresiva para llegar a un resultado satisfactorio. Era forzosamente indispensable que el niño recibiera, en su edad más tierna, el germen fecundo de las buenas costumbres “por medio de la educación”. Por ello la instrucción pública debía, según Mier y Terán, recibir el apoyo más eficaz del gobierno para lograr que la educación popular produzca todos los bienes que de ella deben esperarse. Para llegar a tal noble fin en que la educación, “instrucción pública”, llegara a desarrollarse era necesario la cooperación de los jefes políticos, las corporaciones municipales y autoridades dependientes del gobierno.
Aunque las Escuelas Cantonales estuvieron atediadas por los más selectos maestros que egresaron de las academias Pedagógicas y Normales[3], no todos los ayuntamientos contaron con un maestro titulado, es el caso de Manuel López Limón, que fue un maestro idóneo, nuestro maestro nació el 30 de Octubre de 1892, en Acayucan, Ver.
Quienes no encontraron otra manera para subsistir, abrazaron la profesión del magisterio como única tabla salvadora. Así es como nuestro maestro comenzó a presentar su servicio el 1 de enero de 1910, en la Escuela Rural de la Congregación de las Mesas Municipio de Texistepec. El oficio dice: H. Ayuntamiento de Texistepec Cantón de Acayucan, Ver. Sección de Justicia e Instrucción pública, número 14 tuvo a bien nombrar a Manuel López Limón Director de la Escuela de varones, percibiendo la cantidad de $16.00 mensuales.[4] Aunque no fue maestro titulado poseía certificado de Educación Primaria Superior[5] que lo ubicaba como competente para ejercer el magisterio. Manuel López Limón fue alumno del maestro Benito Barriovero y Ortuño, quien certificaba que cursó y aprobó la Instrucción Primaria Elemental y Superior que durante 6 años de estudio alcanzo calificaciones honrosas.[6]
En su larga trayectoria desempeño puestos y comisiones, como la de ser Director de la Escuela Rural de las Mesas, ayudante segundo de la Escuela Cantonal de ésta cabecera (nos referimos a la Escuela Guadalupe Victoria), participó como vocal de la Junta Local de Educación, y nuevamente fue colaborador de la Escuela Cantonal “Guadalupe Victoria” de la ciudad de Acayucan, ocupando el cargo de ayudante primero, de cuyo puesto fue cesado el 24 de abril de 1921. Se mantuvo fuera del servicio Escolar del 5 de abril de 1921 al 6 de Enero de 1922.
El 4 de enero de 1922, siendo Presidente Municipal de Acayucan Julio Y. Pavón, con número de oficio 14, el C. Manuel López Limón fue nombrado ayudante segundo de la Escuela de Niños de la ciudad, percibiendo el sueldo que asignaba el presupuesto en vigor. [7] “El 4 de marzo de 1922 se le expidió un nombramiento como ayudante de la Escuela Urbana Completa para niños de Acayucan, percibiendo la cantidad de $125.00 con cargo a la Partida número 1126 del presupuesto de egresos vigente, a partir del día primero del mes de febrero último, fecha en que comenzó a prestar su servicio.”[8] Sin embargo su sueldo mensual fue cambiado a la cantidad de $90.00 bajo la partida del presupuesto 1127.[9] Con virtud a su desempeño como ayudante, el pago de su sueldo fue aumentando. La usencia del C. Albino R. González que había sido nombrado por el H. Junta de Administración Civil como ayudante primero de la Escuela Guadalupe Victoria, fue sustituido y el primer cargo de ayudante primero se le concedió al preceptor Manuel López Limón, nombramiento que se le concedió por la Junta de Administración Civil, el 18 de enero de 1924.
El 2 de Abril de 1929, el maestro Manuel López Limón solicita licencia ante el Director General de Educación del Estado Jalapa-Enríquez, Ver. para separarse del servicio por tiempo indefinido. Los motivos que orillaron a nuestro maestro a separarse del magisterio era la falta de pago oportuno, y decidió buscar recurso para resolver su complicada situación, pero no por ello dejaría el magisterio. Volvería a presentar sus servicios cuando la corporación le resolviera la situación de sus pagos. Sin embargo la Administración Civil hacia todo esfuerzo que estaba en su alcance por liquidar el adeudo, pero el Municipio se hallaba imposibilitado para sostener al personal docente.[10]
El 26 de marzo de 1932 la Dirección General expido un nombramiento respectivo al C. Manuel López Limón para que se sirviera a dar posesión de la Escuela Rural Mixta de la congregación de Atilzacuapan, perteneciente a Zongolica, Ver. Con obligación de atender un curso mixto nocturno durante una hora diaria, percibiendo un subsidio de $30 mensuales. Sin embargo dicho sueldo no se le pagaba con puntualidad, por ello el comité agrario de Atilzacuapan manifestaba al C. Prof. Gabriel Lucio, Director General de Educación del Estado, bondadosamente se le completara el sueldo de $55 debido a que los vecinos de dicha comunidad no podían brindar ayuda por encontrarse sumamente pobres.[11] La contestación por parte de la Dirección General de Educación fue que no era posible aumentarle el sueldo a esa cantidad en virtud de que la partida a los gastos de escuelas rurales se encontraba agotada.[12] Sin embargo, para resolver la situación, la comunidad cooperó para realizar una siembra de maíz que ayudara al maestro, debido a que el Estado no podía pagar más de $30.00 mensuales.
De igual forma la comunidad pedía que el maestro Manuel López fuera cesado de su cargo como maestro ya que en algunas ocasiones el tiempo de enseñanza lo dedicaba para hacerle escritos con fines políticos al jefe de la guerrilla revolucionaria. La comunidad manifestaba que en dicha población no existían ningún agente, ni juez, sólo la actividad del jefe de la guerrilla.[13]
No sólo la labor del maestro se centraba en educar, sino en trabajar para todos los sectores más segregados. El trabajo de abordar la vida de Manuel López es analizar la labor de los maestros en el magisterio, para llevar a cabo el progreso educativo desde un análisis regional.
Félix Blanco
[1] Hale, Charles A. El liberalismo en la época de Mora (1821-1853), Siglo XXI, México, D.F. 1972. Página 176.
[2] Blázquez Domínguez, Carmen. Breve historia de Veracruz. México. Ed. Fondo de Cultura Económica, 2000, p. 136
[3] Zilli Bernardi Juan. Reseña histórica de la educación Pública en el estado de Veracruz. Gobierno del Estado de Veracruz, Dirección General de Educación Popular. Xalapa, Ver. 1966. P.140.
[4] Secretaria de Educación y Cultura, Dirección General de Educación Popular. Año 1910. Expediente 0056. Letra L. foja 0000027.
[5] Secretaria de Educación y Cultura, Dirección General de Educación Popular. Año 1910. Expediente 0056. Letra L. foja 0000014.
[6] Secretaria de Educación y Cultura, Dirección General de Educación Popular. Año 1910. Expediente 0056. Letra L. foja 0000025.
[7] Secretaria de Educación y Cultura, Dirección General de Educación Popular. Año 1910. Expediente 0056. Letra L. foja 0000001
[8] Secretaria de Educación y Cultura, Dirección General de Educación Popular. Año 1910. Expediente 0056. Letra L. foja 0000002
[9] Secretaria de Educación y Cultura, Dirección General de Educación Popular. Año 1910. Expediente 0056. Letra L. foja 0000019
[10] Secretaria de Educación y Cultura, Dirección General de Educación Popular. Año 1910. Expediente 0056. Letra L. foja 0000096
[11] Secretaria de Educación y Cultura, Dirección General de Educación Popular. Año 1910. Expediente 0056. Letra L. foja 0000123.
[12] Secretaria de Educación y Cultura, Dirección General de Educación Popular. Año 1910. Expediente 0056. Letra L. foja 0000133.
[13] Secretaria de Educación y Cultura, Dirección General de Educación Popular. Año 1910. Expediente 0056. Letra L. foja 0000134.
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